domingo, 16 de mayo de 2010

Peso y talla del bebe durante el embarazo



Estos valores son sólo referenciales y representan un promedio para la mitad de la semana en curso sin considerar las variables raciales ni personales de los padres. No asumas que tu bebé manifiesta problemas de crecimiento sin antes consultarlo con tu médico.

Al principio del embarazo existe una gran discrepancia entre los pesos obtenidos por sonografía y el peso real del embrión o feto obtenido por anatomía patológica


Edad gestacional Talla Peso
(Desde la cabeza a las nalgas: longitud craneo-rabadilla)
8 semanas 1.6 cm 1 gramo
9 semanas 2.3 cm 2 gramos
10 semanas 3.1 cm 4 gramos
11 semanas 4.1 cm 7 gramos
12 semanas 5.4 cm 14 gramos
13 semanas 7.4 cm 23 gramos
14 semanas 8.7 cm 43 gramos
15 semanas 10.1 cm 70 gramos
16 semanas 11.6 cm 100 gramos
17 semanas 13 cm 140 gramos
18 semanas 14.2 cm 190 gramos
19 semanas 15.3 cm 240 gramos
20 semanas 16.4 cm 300 gramos

(Desde la cabeza a los pies)
20 semanas 25.6 cm 300 gramos
21 semanas 26.7 cm 360 gramos
22 semanas 27.8 cm 430 gramos
23 semanas 28.9 cm 501 gramos
24 semanas 30 cm 600 gramos
25 semanas 34.6 cm 660 gramos
26 semanas 35.6 cm 760 gramos
27 semanas 36.6 cm 875 gramos
28 semanas 37.6 cm 1005 gramos
29 semanas 38.6 cm 1153 gramos
30 semanas 39.9 cm 1319 gramos
31 semanas 41.1 cm 1502 gramos
32 semanas 42.4 cm 1702 gramos
33 semanas 43.7 cm 1918 gramos
34 semanas 45 cm 2146 gramos
35 semanas 46.2 cm 2383 gramos
36 semanas 47.4 cm 2622 gramos
37 semanas 48.6 cm 2859 gramos
38 semanas 49.8 cm 3083 gramos
39 semanas 50.7 cm 3288 gramos
40 semanas 51.2 cm 3462 gramos
41 semanas 51.7 cm 3597 gramos
42 semanas 51.5 cm 3685 gramos


Referencias
Kaplan CG. Color Atlas of Gross Placental Pathology. Igaku-Shoin. 1994

Macpherson T (compiler). A Model Perinatal Autopsy Protocol. AFIP. Washington DC. 1994. pages 48-54; data of Sung CJ and Singer DB pages 51-54.

Streeter GL. Weight, sitting height, foot length and menstrual age of the human embryo. Contributions to embryology. 1920;11:143-170.

Wigglesworth JS. Perinatal Pathology, Second Edition. W.B. Saunders Company. 1996. page 24.

37 a 40 semanas de embarazo



A esta altura, ya hablamos de un embarazo a término pues a partir de la semana 37 el bebé está preparado para nacer. Sólo un 5% de los bebés nacen en la fecha estimada de parto, es decir, el día que se cumplen las 40 semanas. La gran mayoría nace deliberadamente entre la semana 37 y la 40. En cualquier momento, cuando el pequeño lo decida, puede comenzar el proceso que desencadenará el trabajo de parto y su nacimiento.

En la semana 37 de embarazo (o sea, 35 semanas desde el momento de la concepción) el pequeño mide alrededor de 49 centímetros y su peso ronda los 3 kilos. Hay que aclarar que a esta altura el tamaño de un bebé con respecto a otro puede tener una gran variación ya que cada niño tiene su propio ritmo de crecimiento, tanto dentro como fuera del útero.
El bebé está completamente desarrollado, por eso en estas últimas semanas se ocupará principalmente de ganar peso, y algunos lo hacen con verdadero ímpetu llegando a aumentar unos 350 gramos semanales.

Seguramente, el bebé ya esté preparado para nacer colocado cabeza hacia abajo. En las últimas semanas la madre suele sentir una presión en los huesos de la pelvis, producida por el peso del bebé. También las secreciones vaginales son más abundantes lo que indica la cercanía del parto.

El lanugo, la fina capa de vello que recubre su piel desaparece casi por completo. Algunos bebés nacen con algo de pelo, sobre todo en la espalda, en los brazos y en las piernas, pero con el correr de las semanas se va cayendo solo.

En la semana 38 las medidas estimadas del bebé son de 50 centímetros y 3, 200 kilos. Sus manitas ya pueden agarrar, de hecho ya lo hace con el cordón umbilical que ha sido su juguete dentro del útero.

El pequeño ya tiene la cabeza totalmente cubierta de pelo. Algunos nacen con una melena abundante mientras que otros nacen casi si pelo. De cualquier modo el color del pelo, así como el de ojos todavía no es definitivo. El pelo con el que nacen suele caerse a lo largo de los primeros meses de vida, mientras que el iris de sus ojos, la parte que les da color, aún no ha acumulado el pigmento definitivo.

Sus intestinos han comenzado a producir meconio, la primera materia fecal que normalmente es eliminada por el bebé después del nacimiento.

Su cuerpo está recubierto por una abundante sustancia amarillenta llamada vernix caseosa que le facilitará el deslizamiento por el canal de parto en el momento de nacer.

Es muy probable que haya comenzado ya el proceso de dilatación del cuello uterino de la madre, aún sin haber tenido contracciones regulares. Esto es muy frecuente especialmente en las madres no primíparas, es decir aquellas que ya han tenido un parto previo.

En la semana 39 el bebé mide 51 centímetros y 3,400 kilos. En la revisión semanal, el médico verificará la posición del bebé. Si estuviese colocado de nalgas es posible que el médico intente dar vuelta al bebé a través de la versión cefálica externa, una maniobra que se realiza para intentar que el bebé cambie de postura para facilitar el parto vaginal. Lo cierto es que son pocos los médicos que la realizan y en la mayoría de los casos se presupone que una presentación de nalgas es una cesárea segura. Sin embargo, también es viable el parto vaginal.

En la semana 40 el bebé mide 52 centímetros de la cabeza hasta los pies y pesa cerca de 3,400 kilos. Notarás que sus movimientos han disminuido debido al poco espacio que tiene para moverse. De cualquier forma, sigue haciéndolo y si notas que no lo hace, debes acudir inmediatamente al médico.

Ya se han cumplido los 280 días de tu calendario de embarazo. Tu bebé está preparado para salir al mundo, sin embargo algunos órganos como por ejemplo el cerebro continuará desarrollándose creando millones de conexiones neuronales durante los primeros años de vida.

Una de las preocupaciones típicas de las embarazadas, sobre todo en las primerizas, es saber cómo reconocer el momento del parto. Son varias las señales que indican la cercanía del parto como sentir contracciones cada vez más fuertes y regulares, la expulsión del tapón mucoso, que no es necesariamente señal de parto inminente pero indica que el cuello ha comenzado a dilatarse. También el proceso de parto puede comenzar con la rotura espontánea de bolsa, pero no sucede en todos los casos.

Si no ha sucedido antes, seguramente en esta semana llegue el tan deseado momento de conocer a tu bebé. Si todavía no ha decidido nacer todavía quedan dos semanas de margen para que nazca, ya que hasta la semana 42 se considera un bebé a término. El médico te realizará revisiones frecuentes para controlar el estado del bebé hasta cuando decida nacer.

33 a 36 semanas de embarazo



En estas últimas semanas es cuando el bebé gana peso más rápidamente volviendo su cuerpo más redondeado. Está acumulando la grasa que necesitará para regular su temperatura corporal cuando nazca.

En líneas generales, sus órganos continúan perfeccionándose para funcionar fuera del útero, pero vayamos a la descripción de cómo crece el bebé semana a semana en este octavo mes de gestación.

En la semana 33 de embarazo, es decir 31 semanas desde la concepción, el bebé mide unos 45 centímetros hasta los talones, y pesa casi 2 kilos. Seguramente notarás que realiza movimientos cada vez más vigorosos ya que su tono muscular se va fortaleciendo. Según la posición en la que esté colocado podrás sentir las pataditas con mayor intensidad.

Además de poder oír los sonidos de dentro de la tripa y los de fuera con cierta interferencia, también es capaz de ver imágenes borrosas dentro del útero. Abre y cierra los ojos y tiene períodos de sueño y vigilia como cualquier recién nacido. Incluso, puede experimentar la fase REM del sueño o movimiento rápido de ojos, que es la etapa del sueño en el que tenemos sueños más intensos. Sería muy interesante saber qué sueña el bebé en la tripa, seguramente evocará las sensaciones de su corta vida dentro del útero.
En la semana 34 el bebé mide aproximadamente 46 centímetros y pesa alrededor de 2,200 gramos. Sus pulmones ya están casi completamente formados y sus huesos se han ido endureciendo pero todavía son muy flexibles, incluidos los de la cabeza. Su cráneo todavía no está completamente cerrado, lo cual le permite adaptarse con mayor facilidad al canal de parto en el momento de nacer. Por eso, algunos bebé nacen con la cabeza en forma de cono o aplastada, pero esto se revierte a los pocos días de nacer.

La sustancia amarillenta que recubre la piel de bebé llamada vérnix caseosa se hace cada vez más densa, lo cual también la facilitará la tarea de atravesar el canal de parto. A su vez, el lanugo, una fina capa de vello sobre su piel, comienza a desaparecer. Si naciera en esta semana de forma prematura las posibilidades de supervivencia son del 99%, por lo que seguramente saldría adelante sin sufrir ninguna secuela.

En la semana 35 con 2,400 gramos de peso y 47 centímetros su sistema nervioso ha madurado casi completamente, al igual que órganos fundamentales como el riñón y el hígado. De ahora en adelante el pequeño se dedicará principalmente a ganar peso.

Es muy probable que el bebé ya haya adoptado la posición para nacer. La mayoría lo hace boca abajo. Puede que sientas la presión del peso del bebé sobre tu hueso pubiano. Sus movimientos están algo limitados por la falta de espacio, pero eso no quiere decir que se mueva menos. Al contrario, notarás movimientos más bruscos.

En la semana 36 de embarazo, a sólo un mes de la fecha de parto prevista, el bebé mide 48 centímetros y pesa alrededor de 2,700 gramos. Como hemos comentado antes, últimamente gana peso a pasos acelerado, aumentando entre 250 y 300 gramos semanales.

Traga y digiere el líquido amniótico en el que flota, así como vernix y demás secreciones. Esta sustancia verde oscura o negrusca es llamada meconio y formará sus primeras deposiciones.

Es una etapa de molestias para la madre ocasionadas por el peso de la panza sumado al cansancio, la retención de líquidos, los calambres y las dificultades para dormir.

En el último mes de tu calendario de embarazo, la frecuencia de las consultas médicas será semanal para realizar un control más exhaustivo. El médico medirá el grosor del cuello uterino y comprobará si la dilatación ha comenzado por medio de un tacto vaginal. Puede que las mujeres que ya han parido antes tengan a esta altura una dilatación de pocos centímetros. Por su parte, a través del monitoreo fetal también se mide la frecuencia de los latidos cardiacos del bebé.

Si no lo has hecho antes, es hora de hablar con tu médico acerca de la atención que se te brindará en el parto y sobre tus preferencias con respecto a la anestesia epidural, la posición de parto, etc.

29 a 32 semanas de embarazo



Estamos en el séptimo mes de embarazo. Sólo quedan ocho semanas en las cuales cada día que el bebé pasa dentro del útero de la madre es esencial para su desarrollo. En estas semanas, por más que el peso de la tripa comience a incomodar, no dejes de lado el ejercicio ni mucho menos una alimentación equilibrada para nutrir al bebé y para evitar ganar demasiado peso pues podría ser perjudicial para el momento del parto.

En la semana 29 de embarazo (27 semanas desde la gestación) el bebé pesa alrededor de 1,200 kg y mide 35 centímetros desde la cabeza hasta las nalgas. Las cifras de peso y talla son estimativas pues cada bebé tiene su propio ritmo de crecimiento.
El pequeño ya es capaz de mantener su temperatura corporal debido a la capa de grasa que se va acumulando debajo de la piel, sin embargo todavía necesita el calor del vientre materno.

Su cerebro se sigue desarrollando con rapidez generando nuevas células nerviosas y aumentando el tejido cerebral.

A partir de la semana 30 el bebé comienza a buscar la posición definitiva para nacer, si es que no lo ha hecho antes. La mayoría se coloca boca abajo por lo que es muy posible que sientas las pataditas en la zona del esternón. Sin embargo también hay bebés que se sientan de nalgas, algunos cambian de posición antes de nacer pero otros no.

Con 36 centímetros hasta las nalgas (unos 42 cm de la cabeza a los pies) y un peso de aproximadamente 1,350 gramos, sus pulmones continúan madurando y produciendo surfactante (ver entrada anterior), una sustancia que le permitirá respirar por sí sólo cuando salga del vientre de la madre y corten el cordón umbilical. Por cierto, el cordón umbilical le resulta muy divertido. Además de sus propias manos es su juguete favorito dentro del útero.

Las uñas de los pies y de las manos, así como las pestañas y el pelo ya se han formado y continúan creciendo.
En la semana 31 el volumen del líquido amniótico en el que flota el bebé es de medio litro, pero su cuerpo va creciendo y ocupando poco a poco la capacidad del útero. Mide 37 centímetros hasta las nalgas (43 cm hasta los pies) y su peso es de 1,500 gramos.

Su aparato digestivo está casi maduro, ya puede mover el intestino aunque no es habitual que lo haga. De todas formas, si defecara, la placenta es la encargada de filtrar y renovar el líquido amniótico.

El bebé gira su cabeza de un lado al otro, pero sus movimientos ya no son tan libres como semanas atrás debido a que le cuesta más estirarse y girarse por la falta de espacio. Igualmente, no para de moverse y al tocarte la barriga, podrás sentir sus brazos y sus piernas estirandose. A esta altura puedes comenzar a llevar un control de los movimientos de tu bebé y llevarlo a la consulta médica mensual. Recuerda que si notas cualquier signo de inactividad fuera de lo normal, debes acudir al doctor.

En la semana 32, la última del séptimo mes, el bebé pesa alrededor de los 1700 gramos y mide 38 centímetros (44 cm de la cabeza a los pies). Su cuerpecito se va rellenando y contorneando debido a la grasa que ha ido acumulando en las últimas semanas, aunque todavía lo seguirá haciendo.

Su estructura pulmonar, aparato digestivo y riñón están perfeccionándose para funcionar fuera del útero. Los pulmones practican respirar, el intestino puede digerir y el bebé traga líquido amniótico y orina. A lo largo de las próximas semanas todos los órganos continuarán su proceso de maduración.

Con respecto a la madre, en estas primeras semanas del tercer trimestre comenzarás a notar las molestias típicas de este período como por ejemplo, calambres, acidez, dificultad para respirar, pesadez en las piernas y fatiga generalizada.

A estas alturas del calendario de embarazo es posible que hayas notado unas contracciones uterinas esporádicas llamadas contracciones de Braxton Hicks. Son una preparación para el parto, pero no son contracciones de parto propiamente dichas ya que son irregulares. Como todo músculo, el útero necesita tener cierto entrenamiento para el momento de dar a luz.

Aunque son indoloras sentirás cierta tensión abdominal y que la tripa se endurece. Sin embrago, hay ciertos signos de alarma a tener en cuenta. Debes acudir al médico si tienes más de 4 contracciones por hora con menos de 36 semanas o 5 por hora con más de 36 semanas, si las contracciones van acompañadas de dolor abdominal, pélvico o de espalda, si van acompañadas de flujo vaginal inusual o en caso de antecedentes de parto prematuro.

25 a 28 semanas de embarazo



En la semana 25 de embarazo el bebé tiene 23 semanas de vida, mide cerca de 25 centímetros de la cabeza a las nalgas, unos 32 centímetros hasta la punta de los pies, y pesa alrededor de 700 gramos.

Su piel está arrugada pero a medida que vaya creciendo se volverá más tersa y suave. Está cubierta por una sustancia cerosa llamada vérnix que impide que ésta se agriete. Los pequeños dientes se ubican en su posición debajo de las encías, aunque todavía faltan varios meses para ver brotar el primero. Su cabeza está cubierta de pelo con color y textura, pero ni uno ni la otra serán los definitivos.
A esta altura habrás notado que el bebé tiene períodos de descanso y períodos de actividad en los que puedes sentir sus movimientos, estiramientos y pataditas.

En la semana 26 mide 34 centímetros hasta los talones y pesa 800 gramos. Sus oídos se van perfeccionando, por lo que reacciona más conscientemente a los sonidos que le llegan desde el exterior, y muy especialmente a tu voz.

Sus ojos se abren y se cierran de forma intermitente, el bebé practica el reflejo del pestañeo y reacciona a los estímulos luminosos, al igual que a los estímulos sensoriales cuando acaricias la barriga.

Si bien todavía no entra oxigeno en sus pequeños pulmones pues su medio es líquido, el bebé realiza diariamente ejercicios de respiración.

A medida que gana peso, su cuerpo va acumulando capas de grasa que le ayudará a regular la temperatura corporal fuera del útero de la madre.

En la semana 27 (25 semanas de vida del feto) casi todas las estructuras oculares están acabadas, aunque todavía no es capaz de ver con claridad, el desarrollo de la zona visual del cerebro le permite distinguir luces y sombras.

Su talla es de 36 centímetros de cabeza a pies y pesa alrededor de un kilogramo. Tiene un aspecto similar al que tendrá al nacer, pero más delgado. A partir de ahora su piel comienza a engrosarse y poco a poco se volverá más tersa.

Ya puedes notar claramente los movimientos del bebé y también podrás sentir una especie de saltitos rítmicos muy característicos cuando el bebé tiene hipo. Se produce debido a la contracción del diafragma y aunque puede llegar a durar varios segundos, el hipo fetal no perjudica al bebé sino todo lo contrario, es una señal de buena salud.

En la semana 28 el desarrollo de sus pulmones tiene gran protagonismo. Comienzan a fabricar una sustancia llamada surfactante imprescindible para la respiración fuera del útero que impide que los alvéolos se adhieran entre sí. Igualmente, los pulmones se llenan de vasos sanguíneos que harán circular la sangre oxigenada por todo su cuerpo y los tubos bronquiales continúan dividiéndose.

Al cabo de esta semana, con 38 centímetros de largo y con un peso de algo más de un kilo ocupa casi la totalidad del espacio dentro del útero.

Quedan todavía doce semanas del calendario de embarazo por delante, fundamentales para que el bebé complete su maduración, sin embargo si naciera ahora tendría altas probabilidades de sobrevivir.

Te encantará saber que, en este momento del embarazo, tu pequeño empieza a familiarizarse con tu voz. La reconoce, incluso responde a ella, como lo puede hacer con la música. Hay estudios que confirman que si escucha una misma melodía una y otra vez también puede reconocerla, incluso seguir su ritmo.

Esto ha demostrado que la memoria a largo plazo funciona antes del nacimiento. Impresionante ¿verdad? Debes tener en cuenta que las canciones pueden influir en su ánimo. Las de ritmos acelerados lo sobrestimularán, en cambio, la música suave le relajará.

21 a 24 semanas de embarazo



En las próximas semanas el bebé crecerá aproximadamente el doble de su tamaño y aumentará diez veces su peso.
Tu bebito ha crecido media pulgada desde la semana pasada, tiene la longitud de una zanahoria. Ahora mide casi 27 centímetros desde la cabecita hasta los pies y además, ¡ya pesa unos 330 gramos! Si tu bebé es una niña, ya tiene la vagina formada, y si está en la posición adecuada, te podrán confirmar si será un bebito o una bebita cuando te hagan una ecografía, en caso de que todavía no lo sepas.

En estos días no para de moverse, como puede que hayas notado.Aún puede moverse libremente en el líquido amniótico y sientes sus patadas unas veces en la parte alta del abdomen y otras cerca de pubis,
Según algunos estudios, un feto se mueve más o menos 50 veces cada hora, ¡incluso cuando está durmiendo! Todos esos movimientos sirven para estimular su desarrollo físico y mental. Quizás durante el día no sientas las pataditas, giros, estiramientos y toda la gimnasia que tu hijito hace, pero por la noche...¡parece que baila zapateado! Pero, ¿por qué espera a que estés descansando para moverse tanto? Lo cierto es que durante el día también se mueve igual, pero tú sientes menos toda esa actividad que cuando dejas de moverte.
En la semana 21 de embarazo se forman las pestañas y abre los ojos, aunque solo percibe la luz. El ojo se ha desarrollado por complejo, sin embargo el iris todavía no posee pigmentación.

Al final de esta semana su tamaño es de unos 27 cm. de longitud y pesa alrededor de 450 gramos.

A las 22 semanas de gestación tu hijo empieza a desarrollar un determinado patrón de actividad y sueño. Probablemente se muestre más activo mientras tú descansas.
Su cerebro, en continuo desarrollo, experimenta alrededor de esta semana grandes progresos en el sistema límbico, el cerebro medio, que gestiona respuestas fisiológicas ante respuestas emociones. Es muy importante (y recomendable) establecer contacto con el bebé desde que se encuentra en la panza, pues es capaz de procesar los estímulos que recibe desde el exterior e incluso sufrir cambios de estado de ánimo.

Los músculos prosiguen su desarrollo, por lo que el futuro bebé puede moverse de forma más vigorosa.
Sus movimientos son posibles gracias a la longitud del cordón umbilical, que permite el movimiento del feto dentro del saco amniótico en el que se encuentra.
Al final de esta semana mide alrededor de 29 cm. desde la cabeza a los pies.

En la semana 23 de embarazo el lanugo (vello fino) cubre ya todo el cuerpo del futuro bebé. Además tiene pelo en la cabeza y se han formado ya las cejas y las pestañas.

Quizás percibas que tu hijo responde a los ruidos fuertes. Si le pones música notarás que responde especialmente a los instrumentos metálicos de la orquesta.

Se pueden palpar las diversas partes del cuerpo de tu pequeño a través de tu pared abdominal.
Traga líquido amniótico de la placenta para ejercitar el sistema digestivo mientras que los pulmones ensayan movimientos de respiración, aunque hasta el momento de nacer el oxígeno que necesita para vivir es proporcionado a través del cordón umbilical que le conecta con su madre.
Al final de esta semana su tamaño es de 30 cm. de longitud como media.

En la semana 24 de embarazo la piel de tu hijo deja de ser traslúcida y empieza a volverse opaca.

Sus órganos vitales se encuentran bastante maduros, no obstante los pulmones no se han desarrollado todavía lo suficiente para permitir la supervivencia fuera del útero.

Tu pequeño abre y cierra los ojos, saca la lengua y tiene su primer hipo.

El tamaño de su cuerpo está cada vez más proporcionado con respecto al tamaño de la cabeza.
Al final de esta semana mide unos 32 cm. y pesa alrededor de 750 gramos.

Es un pequeño ser humano, su cuerpo ya es proporcionado y comienza a acumular grasa. Sus órganos se siguen perfeccionando hasta el momento de nacer. Su páncreas ha comenzado a producir insulina, una hormona que regula la incorporación de la glucosa de los alimentos.

Es aproximadamente a las 24 semanas cuando el desarrollo retinal del bebé está completo y ya puede abrir y cerrar los ojos intermitentemente. De ahora en más practicará el reflejo del pestañeo que le permitirá proteger sus ojos durante toda su vida. Su desarrollo cerebral se produce con rapidez, sus ondas cerebrales son similares a las de un recién nacido y el desarrollo de su oído medio, que regula el equilibrio, le permite diferenciar los cambios de posición dentro del útero.

Desde dentro del vientre puedo escuchar todo lo que pasa a su alrededor. Puede que se asuste con ruidos fuertes o que reaccione con movimientos cuando le hables o le cantes una canción.

Si no te la han hecho antes, en estas semanas seguramente te harán una ecografía de alta resolución, una ecografía morfológica donde estudian los órganos del bebé y el volumen de líquido amniótico para comprobar que va todo bien y descartar posibles inconvenientes.

En la semana 24 del calendario de embarazo se realiza además una analítica para estudiar la curva de azúcar y detectar una posible diabetes gestacional a través del Test de O´Sullivan.

17 a 20 semanas de embarazo



A partir de la semana 14 ya hemos entrado en el segundo trimestre de embarazo. Se dice que es el trimestre que la madre más disfruta pues casi han desaparecido las molestias de las primeras semanas y el peso del bebé aún no incomoda en las tareas cotidianas.

A estas alturas de embarazo los cambios físicos de la madre son evidentes. La panzita ya tiene un tamaño considerable y es posible que hayas aumentado entre 4 y 6 kilos respecto al peso que tenías antes de queda embarazada. Tu postura ha cambiado para contrarrestar el peso extra de la tripa. Es posible que no lo notes, pero es un cambio para el que el cuerpo de las mujeres viene programado.

En la semana 17 de embarazo, es decir a las 15 semanas de vida, el bebé mide uno 13 centímetros de la cabeza a las nalgas y su peso de casi 200 gramos. Sus movimientos son cada vez más notorios, se lleva los dedos a la boca, mueve los brazos y las piernas, hace muecas y traga líquido amniótico para empezar a entrenar el sistema digestivo.
El cordón umbilical que conecta al bebé con su madre para transportarle nutrientes y oxígeno sigue creciendo y ensanchándose. Sus uñas son unas finas láminas transparentes y el pelo de la cabeza y de las cejas va volviéndose más grueso.
Es alrededor de la semana 18 cuando la madre comienza a sentir los movimientos del bebé dentro del útero. Lo que hasta ahora era apenas una sensación de burbujeo se convierte en la certeza de que el bebé se mueve. Pero no se trata de una regla matemática, puede que algunas mujeres comiencen a notarlo un poco antes, sobre todo si han tenido embarazos anteriores, y otras, unas semanas después.

El bebé comienza a moverse bastante ya que todavía es pequeñito y tiene espacio para campar a sus anchas, incluso da la vuelta sobre sí mismo. Su esqueleto, que hasta ahora era cartilaginoso, comienza a solidificarse, por eso es muy importante que incluyas en tu dieta alimentos ricos en calcio.

En la semana 19 (17 del bebé) mide alrededor de 15 cm y pesa unos 250 gramos. Las orejas y los ojos ya casi se ubican en su posición final. Es algo asombroso, pero si estás esperando un niña, sus pequeños ovarios que no tendrán más tamaño que el de un botón ya contienen huevos primitivos que darán origen a los óvulos.

El sentido del oído ya está desarrollado como para que pueda escuchar a través del líquido amniótico los sonidos que produce tu cuerpo como el del estómago al digerir los alimentos, el latido de tu corazón y por supuesto, tu voz, que ya distingue de la de los demás.

En la semana 20 mide 16 centímetros y alrededor de 350 gramos. Sus pulmones comienzan a practicar el ejercicio de la respiración y su sistema digestivo hace lo propio tragando líquido amniótico. Su cerebro cuenta con 30.000 millones de neuronas y está desarrollando las áreas destinadas a los sentidos del gusto, el olfato, la audición, la visión y el tacto. La piel del bebé empieza a recubrirse de una sustancia blanca y grasosa llamada “vernix caseosa” que además de protegerla facilita el paso del bebé por el canal vaginal al momento del parto.

Hasta ahora, el tamaño del bebé se medía de la cabeza a la rabadilla ya que las piernas estaban muy pegadas a su cuerpo, pero a partir de ahora, las mediciones se hacen desde la coronilla hasta los pies. Siendo así, a las 20 semanas el bebé mide ente unos 22 y 25 centímetros.

Seguramente, entre la semana 18 y 22 te realizarán una ecografía de alta resolución llamada ecografía morfológica en la cual el especialista analiza a fondo los órganos del bebé para detectar posibles anomalías.

Hemos llegado a la semana 20 del calendario de embarazo, es decir, exactamente a la mitad del embarazo, el ecuador de la gestación. Durante la segunda mitad del embarazo el bebé aumentará 10 veces su peso y doblará su tamaño.
 

Creciendo con mamá Copyright © 2009 Flower Garden is Designed by Ipietoon for Tadpole's Notez Flower Image by Dapino | Distributed by Deluxe Templates